Las aves son muy básicas, muy simples, muy tontas – así es la opinión popular respaldada por décadas con las afirmaciones de los científicos. Se piensa así a pesar de los mitos surgidos en muchas culturas que atribuían a estos animales tan distintos a nosotros poderes mentales  extraordinarios. Hoy confirmaremos que la sabiduría del consciente colectivo es mucho más profunda que en nuestros tiempos pragmáticos podemos pensar.

*** las miserias del cerebro subdesarrollado

Se solía pensar que la evolución del cerebro de todos los vertebrados iba de lo simple a lo complejo. Un cerebro grande en relación con el tamaño del cuerpo, y una corteza desarrollada, por décadas se consideraron prerrequisitos básicos e indispensables para una cognición significativa que podría llegar a la autoconciencia, podría alcanzar altos niveles de razonamiento, una gran capacidad de memoria y, finalmente, lograr la habilidad heterometacognitiva que permite entender otros sistemas cognitivos distintos a nuestros. Todo lo que tenemos los humanos. Bueno, al menos, potencialmente :).

Así que de manera axiomática se solía considerar que los animales con un cerebro pequeño, y sin corteza – un cerebro simplón – tenían limitaciones cognitivas insuperables.  El cerebro de las aves no solo es vergonzosamente pequeño, sino simplemente no tiene corteza. Así de fácil. Por ello, las expresiones tipo: tonto como una gallina eran justificadas cientificamente. 

Pero se observó un problema fundamental.

Las aves no son tontas. 

Son muy inteligentes, en especial los córvidos y los psittaciformes (loros y papagayos). 

¿Quizás ellos tienen cerebros cardinalmente distintos a los de otras aves? No, para nada. Su cerebro pesa unos doce gramos y no tiene corteza. 

Sin embargo, las observaciones en el ámbito natural, así como los experimentos realizados con propósitos expresos, han demostrado que los córvidos, los cuervos, poseen una inteligencia comparable con la inteligencia de nuestros hermanos homínidos tales como chimpancés, los favoritos de Frans De Vaal. Y en ciertos aspectos, incluso, los superan. 

Felizmente, la ciencia no es dogmática y el conocimiento científico no solo aumenta sino, también, cambia sus paradigmas cuando lo nuevo alcance la solidez suficiente para ello.  La teoría de la evolución unilateral que quizá hasta ahora enseñan en algunos colegios, ya se quedó en pasado.

*** Una oda a los cuervos. 

** juergas y chambas

Los córvidos viven en grupos con una organización jeirarquica compleja que implica interacciones conjuntas en coordinación y cooperación para el mismo propósito, y la memoria social. Además, lo que ya se sabe a ciencia cierta, ellos entre sí forman relaciones a largo plazo, algo que llamaríamos en el entorno humano, amistad y amor.  ¿Qué significa esto en relación con el cerebro? Recordemos que los mamíferos sociales, en especial, los primates, tienen la corteza más desarrollada que los solitarios. No es el caso de los cuervos — los pobres no tienen corteza. Su cerebro es liso como una pelota. 

** cuatro estaciones de los cuervos

Vemos los córvidos casi en cualquier parte del mundo, no con tanta facilidad como a las benditas palomas, sin embargo, su hábitat es muy variable. Ellos viven en entornos con estaciones marcadas, muy a menudo enfrentan problemas ecológicos fuertes o leves, pero permanentes, pueden ser víctimas de exterminaciones humanas y quedarse sin fuentes de alimentación. En estos ambientes, ante todo, necesitan buscar y almacenar la comida, para luego, encontrarla en los aprietos. Y sí que lo hacen a la perfección demostrando una gran flexibilidad mental y una sorprendente capacidad de memoria. 

**IQ y transformación del entorno

Por su puesto, nadie ha aplicado las pruebas tipo IQ tests a los cuervos, sin embargo, las observaciones, dirigidas o libres, muestran que ellos pueden analizar y compilar la información, controlar sus deseos inmediatos y naturales con el fin de lograr un objetivo. 

Su capacidad de memoría y alto nivel de razonamiento les permite construir aprendizajes complejos para incluso no solo usar herramientas, sino, hacerlas utilizando diferentes objetos – es decir, usar herramientas para construir herramientas. 

Quizá suena poco emocionante, pero entre seres vivos en la tierra muy pocas criaturas tienen esta capacidad mental, y de manera plena esta prerrogativa solo tenemos los humanos. Ello implica una gran libertad y flexibilidad en el proceso de pensamiento estratégico. Más aún, el uso y la construcción de las herramientas se enseña y se aprende por generaciones, que ya suena a cultura. 

Su proceso de aprendizaje evidencia las capacidades de aplicar principios generales, obtenidos a partir de experiencias previas, para resolver problemas nuevos y así, construir aprendizajes nuevos que pueden ser transmitidos a otros – algo que no todos humanos logran. 

Siendo animales sociales, que viven en grupo, interactúan de manera compleja y evidencian sus habilidades de entender y considerar los estados mentales de otros en su entorno – la heterometacognición. El punto muy alto en los logros cognitivos de la familia de primates.  

** nota wow

Recordemos que las aves son descendientes de los dinosaurios – animales que dominaron este planeta por millones de años. ¿Por qué tenemos que recordar? solo por si acaso si lo olvidaron. Es un hecho asombroso descubierto más o menos recientemente 🙂

***Cerebro zip

Ahora viene la parte más difícil y, a la vez, más alucinante. El cerebro de estas criaturas fantásticas es todo lo que no es el cerebro de un ser humano. Actualmente, existe un enorme interés por ellos gracias al cual podemos aproximarnos un poco al misterio de un cerebro tan distinto del nuestro, que en práctica, realiza la actividad mental muy similar a la actividad mental de los mamíferos con un comportamiento muy complejo. 

Todavía no se entiende todo sobre el cerebro de los córvidos – todavía falta mucho por estudiar, indagar, inferir y descubrir.

Aparentemente, tenemos una línea alternativa de la evolución que, a diferencia con la evolución del cerebro de mamíferos – los animales que no necesitan volar – tenía que preocuparse por no aumentar el tamaño. Caso contrario, dejarían de ser voladores. 

Así que el cerebro de las aves, al comparar con el cerebro de mamíferos que posee una hermosa y compleja estructura de varios niveles, es muy simple – a la vista de un evolucionista con las ideas unilateralistas 🙂 . 

¿Cómo es que un cerebro simple no estructurado es mejor que el nuestro? Quizá porque no es tan simple como queremos verlo. Simplemente, todavía no está comprendido lo suficiente. 

Aunque en su evolución el cerebro de las aves partió del mismo punto que el de nosotros (los mamíferos) – una estructura simple llamada phylum, éste no creció formando varios niveles, si no, optó por agrupar las neuronas mucho más apretaditos, hacerlas más pequeñas y, al mismo tiempo, crear una masa neuronal más densa con las conexiones más próximas.  

Si sacamos un pedazo del cerebro del humano, y uno del cuervo, veremos que en el mismo espacio los córvidos tienen más neuronas que nosotros, están ubicados más compactos que les permite interactuar más rápido. Es una especie del cerebro comprimido que carga los mismos archivos, pero ocupa menos espacio. Cerebro zip. 

También, se encontró que una importantísima parte del cerebro llamada telencéfalo en aves es extraordinariamente desarrollada mientras que la parte cortical se quedó básicamente intacta. La estructura del telencéfalo de las aves no es laminar como se observa en la corteza de los mamíferos, sino, nuclear que también puede dar las respuestas a muchos interrogantes existentes ahora. 

Aparentemente, de nuevo, en el telencéfalo tan desarrollado de los córvidos se encuentran los mecanismos responsables por un comportamiento complejo que requiere todas estas características ya mencionadas en párrafos anteriores. 

Tenemos un cerebro muy conocido desde hace tiempo, y lo que cambió ahora no es algo nuevo que supimos sobre su estructura, sino, ha cambiado la perspectiva para entenderlo una vez que pudimos aceptar que la visión tradicional del cerebro aviar, ha sido equivocada, y que las respuestas deben buscarse en un nuevo modelo, distinto al nuestro aceptando que nuestro magnífico cerebro es solo una de muchas posibles opciones evolutivas que pueden resultar en una cognición superior. 

***Sentimentalismos finales

Queremos pensar que existen muchas alternativas a la inteligencia humana siendo ésta muy posiblemente solo una forma de cognición y conciencia de muchas o infinitas formas que nos rodean. Y las cuales, siendo antropocentristas comprensiblemente, simplemente no las detectamos. No detectamos porque solíamos asumir que la cognición avanzada debe expresarse en la transformación del mundo, debe reflejar las características anatómicas y fisiológicas similares a las nuestras, debe ser social y comunicativa. 

El ejemplo de los córvidos es una buena duchita de agua fría para nuestra arrogancia ciega, nuestra inmadurez intelectual que ha sido superada en las ciencias como física y química, pero que tardó en superarse en la biología. Y eso que olvidando todas las diferencias, en esencia es el mismo modelo inicial, así que los principios básicos son los mismos, lo que nos facilita el entendimiento de este modelo. Lo difícil será cuando encontraremos la cognición que no se desarrolla con base en la materia neuronal.

REFERENCIA

Sergio López Linares.  Inteligencia en aves: Teorías de la mente en córvidos 

https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/1120/TFG_BIOLOGIA_LopezLinaresSergio.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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