MI TRIBU PERSONAL: sinestesia de Vladimir Nabokov

Soy una sinesteta leve — veo colores de palabras y números y percibo el dolor con sabor. Sin embargo, en ello soy muy diferente a muchas personas alrededor — en vivo y directo no he conocido a nadie hasta ahora quien tenga la sinestesia aun leve. 

Hablando de la sinestesia, nos escapa que una persona la desarrolla en silencio, como algo natural — como el sentir de olores, colores, sabores de una persona sin cruces neuronales :). Entonces, ¿cómo uno descubre que tiene estas diferencias con otras personas? Siempre por casualidad. 

Yo viví mi sinestesia años sin siquera pensar compartir con alguien esta particularidad ya que estaba segura que es la parte de la visión del mundo de todos, hasta que en la edad ya más o menos avanzada, como 17 o 18 años, leí el libro de Vladimir Nabokov Las otras orillas. No era el primer libro de este autor que leí, pero fue el que giró mi mundo.

10 cosas que odiaba Nabokov - Librópatas

El autor de Lolita fue un sinesteta y lo compartió en este libro a detalle, con gusto y aprecio — sí, aprecio por este don único. Fue así como descubrí que ver palabras en colores no es muy común, y que otra gente que lo ven pueden ver con colores diferentes. No hemos coincidido con Nabokov con lo de colores :), pero desde aquel entonces, me sumergí en sus obras identificandome con su sentir y pensar. Fue uno como yo, uno de mi tribu real de los mutantes :). 

Siendo muy joven con la mente en formación — como saben mis lectores, la corteza prefrontal finaliza su desarrollo base para la edad de 25 -27 años — recibí a Nabokov en mi mundo interior como el maestro y como la referencia de la intelectualidad, gusto, estilo sin los cuales mi vida no sería completa ni suficiente.

Las "dulces mariposas" de Vladimir Nabokov

La palabra suficiente quizá suena inapropiada, o inexacta, pero pienso que la vida nos debe llenar para poder partir satisfechos capaces de decir, ok, suficiente, ya puedo morir. 

Nabokov contribuyó con mi aprendizaje de pensar, fomentó en mi aprecio por el léxico y sintaxis, me enseñó relacionar lo que siento con lo que pienso y expresarlo clara y precisamente — no es tan fácil como podríamos pensar los que priorizamos la pluma ante cualquier otra actividad. Con él entendí por qué intuitivamente yo nunca había confiado a Tolstoi 🙂 y con él despertó mi curiosidad por la lingüística y con él  confirmé que la belleza puede ser expresada en el vuelo de la mariposa. 

Pálido fuego – Vladimir Nabokov | Libros Kalish - Librería online
buscando las maripozas 🙂

Después de todo esto, no hay ninguna sorpresa que Vladimir Nabokov este presente en mi Default Mode Network como un miembro activo y permanente. 

Un poco más sobre la sinestesia pueden leer en en este texto publicado en 2019

Véra Nabokov con una Browning en el bolso | La Esfera de Papel
quizás a todos los sinestetas nos gustan las maripozas?

9 comentarios

  1. Como nos tiene acostumbrados es una publicación muy interesante sobre una propiedad poco común. En particular, estar rodeado por el zumbido de las abejas me produce una sensación de calma. Qué raritos somos los humanos. Un abrazo.

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  2. Asombroso. ¿Por qué el recelo «intuitivamente» hacia Tolstoi? Salvo «Anna Karenina», el resto me parece asceta. Es curiosidad, simplemente. Asombroso artículo, asombrosa confesión, asombrosa tú, Alona. Mi curiosidad sobre cuáles colores y sonidos te producen mis textos acaba de alcanzar el tamaño de Alfa Centauri. Y como creo en la virtud de la reciprocidad, va de vuelta un pequeño secreto: Soy-As-per-ger (Pero no se lo cuentes a nadie). Abrazote…

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    • wow, en un tan corto mensaje, una cascada de cosas asombrosas. lo último me deja asombrada mil por hora: conozco familias con hijos con Asperger, y a pesar de su inteligencia excepcional notoria, no muestran nada cercano a la empatía que muestras tu!! ahora me dejas recontra intrigada. mis colores: Alejandro — rojo intenso con chispas celestes muy claras, Rabelo — marrón sólido de madera muy escura, pero brillante — no chocolate, Garcia — verde alegre con rallitas de rojo escarlata 🙂

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      • Jajajajaja asombroso/maravilloso/inusitado: Jamás podré escribir de nuevo mi nombre sin recrear esta paleta de colores -y algo hay en mí de estos tonos tropicales-; Y quizá se deba a mi generación (1982) y a la educación de mi madre que me trató como un niño neurotípico sabiendo que no lo era, ayudándome a tratar al resto del mundo que sí lo era -más otras variantes-…

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      • me parece un éxito total, sabiendo cúnto de tu parte tenias que ponerlo tu — tu prosa esta estrita en carne viva, se percibe por todos lops canales, por todos los sentidos. es una tarea más que dificil. saco el sombrero 🙂 lo de neuroticos me hizo reír — si, estoy convencida, somos una especie muy neurotica y el mundo humano gira alrededor de ello.

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      • Jajajajaja algo así. Pero Alona, no dije neuróticos. Escribí «neuro-típicos, es decir, las personas «normales» sin trastornos como los nuestros. Creo que leer y escribir también me ayudaron artísticamente en mi exploración del alma humana, aunque socialmente sigo siendo tan pésimo como un niño.

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    • Tolstoi — es muy simple, realimente le falta educación, así de simple, la educación en el sentido de la formación intelectual informativa. es inteligente, pero intuitivo, es por ello que no confio ni en sus consejos , ni sus ideas. me gusta mucho La Resurección . si no la leíste, recomiendo. muy distinto a todo lo demás, y a la vez , propio de èl.

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