Entre la perspectiva filosófica y la biológica hacia la mente yo me quedo con la biología, sin restarle los méritos al estudio filosófico. La filosofía ha tenido aproximaciones increíbles en la descripción de los fenómenos de nuestra cognición / mente. Increíbles porque son especulaciones basadas únicamente en evidencias observables; ningún filósofo del pasado tenía acceso a hardware de nuestra mente (el cerebro por si alguien no entendió :)) sin embargo llegaban a comprender y prever algo que recién en el siglo 21 podemos confirmar.  

Por otro lado, felizmente ya pasaron los tiempos cuando el trabajo del cerebro se comparaba con el trabajo de una computadora,felizmente porque, por más simpática que sea esta analogía, sólo se refiere a una serie de similitudes que no describen el panorama global.  Por su puesto, el cerebro recibe la info del mundo exterior (e interior, ya lo sabemos también), la procesa y, a veces, en base de la info procesada, el portador del cerebro actúa. 

Pero el cerebro no surgió para pensar. 

El cerebro de todos los seres vivos se desarrolló inicialmente para controlar el movimiento — todos los animales que tienen musculatura, tienen el sistema nervioso, y todos que tienen el sistema nervioso, siempre están equipados con los músculos y se mueven. La coordinación de movimientos dirigida por el sistema nervioso mejora cuando este último empieza a analizar el medio ambiente para optimizar sus movimientos y esto se da en el proceso de evolución. La evolución del cerebro no es primaria al comparar con la evolución del cuerpo en general y es uno de los motivos por el cual no es fácil entender el camino evolutivo del cerebro. Sin embargo, podemos observar que desde que el cerebro empieza a servir para la adaptación al medio ambiente, su vía de desarrollo se entrelaza con los cambios externos en las condiciones de vida. El cerebro se convierte en el instrumento de aprendizaje. La capacidad de aprendizaje depende del nivel del desarrollo del sistema nervioso de animal, pero los animales más primitivos y simples aprenden, y para ello no necesitan redes neuronales complejas — basta con unas cuantas neuronas. 

Al evolucionar, el cerebro empieza a manipular la información para modelar y pronosticar el futuro. La consciencia surge con la actividad coordinada siempre dependiendo de los estímulos exteriores y el estado general del organismo. Es bastante frágil y se puede descoordinar fácilmente cuando hay alteraciones de estos dos factores globales: estado del organismo, y las condiciones externas.
La memoria es una de las condiciones esenciales de la conciencia superior: la memoria es la base de aprendizaje y de autopercepción en el espacio y tiempo. Ya es sabido que la memoria no está concentrada en una sola área del cerebro y la coordinación entre estas áreas es la base de la conciencia. Cuando las redes neuronales se degradan, la personalidad de una persona se desvanece ya que desaparecen los recuerdos, y toda la experiencia acumulada, procesada e incrustada dentro de los esquemas mentales, se anula. Desde este momento lo que llamamos mente deja de serlo.

Entonces. Se puede describir la mente desde punto de visto biológico? Yo creo que sí, y considero que esta perspectiva biológica es más clara y, a la vez, más profunda que la perspectiva cognitiva, por ejemplo, que percibe la mente como una especie de máquina orgánica. El enfoque biológico-evolutivo permite considerar todas las variantes y ver la mente viva no como algo estático que se puede “fotografiar”, estudiar y sacar conclusiones,  sino como un continuum cambiante que no solo varía de un portador al otro, sino que constantemente cambia dentro de una individuo siendo una corriente interminable en una vía que no puede ser predicha y programada, pero sí observada, descrita y estudiada.

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