INTELIGENCIA EMOCIONAL ( sea esto lo que sea :)) 

Con la jerarquía más compleja de las que vimos en la primera parte, el tamaño, fuerza y feromonas ya no son suficientes ni son prioritarios. Lo más importante es el éxito con que funciona la manada: cuando se consigue la comida, se alejan los depredadores, hay muchas crías sanas y alegres, y la convivencia es agradable y armónica. En este caso, el líder no necesita ser el más grande, con la apariencia más amenazante — al primer lugar sale su capacidad de dirigir su grupo. 

Muy interesantes en este sentido son las manadas de los elefantes o delfines donde el líder es siempre una hembra que actúa con menos agresividad que un macho ya que sus niveles de hormonas que estimulan la agresividad nunca llegan a los niveles de un macho. Aparentemente, la armonía se logra más fácilmente sin enfrentamientos y peleas por el poder cuando la manada dirige el cerebro tipo femenino. No sé dónde he leído el chiste que dice que si la Tierra fuera poblada solo por mujeres, no habrían guerras — solo los países que no se hablan :). 

Bueno, cuando se trata de nosotros, los primates, nuestras manadas son dirigidos por machos y, por ello, en nuestros grupos la agresividad es natural, que nace en el sistema endocrino de los machos. Pero ¿y qué hay de hembras? ¿ Acaso, ellas no son primates?   

Sí, chicas, lo son, pero bastante diferentes a los machos por el mismo nivel hormonal. Y aunque las hembras por su tamaño y más baja agresividad no pretenden dirigir el grupo, ellas sí organizan otra línea jerárquica dentro de la manada donde el estatus de la hembra automáticamente sube si está embarazada o tiene crias. Las hembras primates son más comunicativas que los machos (eso de que una mujer dice 10000 mil palabras al día, y el hombre solo 5 mil 🙂), les gusta interactuar y lo hacen más efectivamente que los machos; ellas buscan entablar relaciones de apoyo y colaboración porque sus tareas de cuidar las crías requieren todo esto. Lo fascinante es que aunque una hembra no puede ocupar el “puesto” del alfa en su manada, ellas forman una especie de fan club del alfa y lo defienden cuando otro macho quiere oponerse. Pero hay una condición para este idilio político: las hembras lo hacen siempre cuando la manada esté bien en todos los sentidos. Caso contrario, hasta ellas  pueden ser parte de la rebelión. 

El macho alfa de una manada de los primates no puede mantener su posición únicamente mostrando los colmillos y golpeando a cada atrevido. El que dura más en la cabeza del grupo es el que sabe  construir relaciones de tal manera que siempre esté acompañado por los subdominantes que lo apoyan y protegen cuando alguien quiere objetar su liderazgo. Paralelamente, el alfa vela por la justicia y equidad. Mientras sus aliados y las hembras están contentos, bien difícil que haya un golpe de estado. Pero igual que en una sociedad humana, si las mujeres salen a protestar, significa que todos los límites de su paciencia y buena fe ya han sido superados. Esto debe prever un alfa y evitar con la prudencia, inteligencia y flexibilidad, dignos de un buen gobernante. 

Noe s el fìn todavìa, la tercera y màs reveladora parte viene en camino. gracias por seguirme, gracias por leer 🙂
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