MI TRIBU Y YO : cerebro de líderes y subordinados. Parte 1.

Llegò el momento de hablar de un tema muy delicado porque puede afectar los sentimientos de algunas personas. No tocaremos los temas “picantes” esta vez, pero hablaremos de la desigualdad justificada biológicamente que puede generar màs rechazo que cualquier  tema “picante”. Abriremos la mente y trataremos de ser objetivos y abstraídos lo suficiente para poder hablar sin emocionarnos mucho. Prometo ser muy gentil 🙂 Partiremos de otros animales y trataremos de trazar ciertos paralelos y hacer las conexiones con humanos. Y es cuando intentaré a responder la pregunta que me hicieron hace poco ¿ por qué nos equivocamos con los políticos? 
NATURALEZA DE LIDERAZGO
El liderazgo es algo propio de la vida de los animales sociales, que prefieren vivir en grupos. No es su elección personal –  la evolución hizo que a ellos les gusta vivir en manadas.

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En realidad, es bastante práctico — en grupo es màs fácil buscar comida, y es màs seguro en el momento de enfrentar el peligro. Si hace frío, se puede protegerse echándose juntitos y, si uno se enferma, otros pueden cuidar tus hijitos si son bebés, como pasa en caso de los elefantes, por ejemplo, o de los delfines. Una manada es siempre una organización jerárquica donde algunos son líderes, y otros son subordinados.  Esta organización es un elemento muy importante de la vida de los animales complejos, tales como primates. Los Homo sapiens somos primates y, como la mayoría de èstos, somos sociales, por ello, en nuestras estructuras cerebrales, se instalan los programas del liderazgo de la misma manera como se instalan los programas de exploración, del interés a lo nuevo, los programas del comportamiento alimenticio, o de la auto-protección y la protección de las crías. A parte del programa de liderazgo, también existen mecanismos de obediencia y sumisión al líder. El comportamiento de cada uno de nosotros es un balance entre la tendencia de liderar y la tendencia de obedecer a un líder. Ambas cosas generan en nosotros emociones positivas. Como cualquier programa de comportamiento, puede tener sus desviaciones y resultar en una conducta inapropiada y hasta antisocial, como la megalomanía o el masoquismo.


CUANDO HORMONAS MANDAN 

Las manadas que podemos observar en la naturaleza son muy diferentes y cada una tiene su organización particular y las formas de mantener el balance jerárquico. Algunas son familias donde manda una hembra (caso de abejas), o una pareja (termitas u hormigas) y el resto de los miembros obedecen al lìder. Esta obediencia se logra con las feromonas especiales producidas por la reina y que se pasan de uno al otro mediante el proceso con un nombre muy interesante: la trofalaxis — es alimentación de boca en boca.

Las sustancias de obediencia vienen con la alimentación y permite controlar el comportamiento de toda la familia, que, como sabemos, puede ser muy grande. Aquí está todo muy claro: no hay problema del liderazgo: éste se programa genéticamente y se controla hormonalmente. Existen otras manadas dònde el trono se gana en enfrentamiento agresivo y el poder se mantiene gracias a las feromonas que el(la) líder de la manada produce en sus ganglios especiales y, a través del sistema olfativo mantiene la obediencia de todo el grupo. Mientras la corriente de las feromonas es interrumpible y suficiente, la manada vive en paz y tranquilidad.

Lindas, verdad?

Asì, por ejemplo, viven los grupos de ratas-topo desnudas. Son animales muy interesantes, sugiero leer un poco màs sobre ellos ( wiki rata topo desnuda). Normalmente, el grupo de estas ratas-topo tiene una sola reina, la hembra alfa, que controla con sus feromonas a toda la manada que, a veces, llega a tener varias decenas de animalitos. Cuando la reina empieza a envejecer, ya no produce suficiente feromonas para tener bajo control a todas las hembras, y èstas inician una gran pelea hasta que gana la màs agresiva y fuerte. Después de esta batalla, de nuevo regresa la paz y trabajo interminable 🙂 motivado por las feromonas que las rodeen.


13 comentarios

  1. Artículo muy muy claro. De otro lado (opinión personal) lo interesante es notar que lo que hace diferencia entre seres humanos y animales es la capacidad de los primeros en dañar (o matar), tomar el poder por cálculo o envidia o interés, mientras los animales lo hacen por necesidad vital y natural. Otra cosa, los ratos-topos desnudas tienen características metabólicas estupendas que intrigan a los científicos (estoy usando esas características como «hilo rojo» de mi próxima novela). Gracias Alona por tus aportes muy bien documentados y comprensibles. Te deseo un feliz día. Un abrazo.

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    • me encantan estas ratas topos!!! sì!! son criaturas misteriosas, y casi no sienten dolor!!! gracias por leer, ya està por salir la segunda parte donde iremos a ver còmo funcionamos nosotrso, los Homo , en este aspecto 🙂 en realidad, tambièn lo hacemos por necesidades vitales, pero tenemos cogniciòn y herramientas ylo que nos hace poderosos en la transformaciòn del medio ambiente. pero la cogniciòn de algunos construye, y la de otros, desruye 😦

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  2. Querida, Alona. Muy buen comienzo. Voy comprando palomitas de maiz para leer tu próximo artículo. Me genera curiosidad saber cómo relacionas el liderazgo en los humanos con el de nuestros parientes cercanos. (Probablemente nos esperen acaloradas discusiones, le advierto). Un abrazo, el topo de Bilbao. PD: Seguí tu recomendación y compré Sapiens, lo terminaré durante mis vacaciones. Ya le contaré…

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  3. Hola, Alona. Muy buen comienzo. Voy comprando palomitas de maiz para leer tu próximo artículo. Me genera curiosidad saber cómo relacionas el liderazgo en los humanos con el liderazgo de nuestros parientes cercanos. Probablemente nos esperen acaloradas discusiones, le advierto. Un abrazo, el topo de Bilbao. PD: Seguí tu recomendación y me compré Sapiens, lo terminaré durante mis vacaciones.

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