SEROTONINA ESTÁ DE MODA: depresión

DEPRESIÓN

En la vida de cualquier persona existen periodos cuando se junta todo lo negativo a la vez: un fracaso es seguido por un evento decepcionante y, complementado con desgracias del grado mínimo, se fortalece con el estrés permanente generando en nosotros los estados depresivos situacionales  — la depresión originada por las circunstancias de la vida.

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Cuando suceda, es una buena idea visitar al psicólogo de confianza, o a un psicoterapeuta; o meditar y tomar clases de respiración relajante o yoga. Para algunos, la salida es escapar de la ciudad, perderse en la playa por unos días, o caminar en los bosques con el telèfono apagado. A mi, por ejemplo, me ayuda ir al gym y matarme allá con el peso extremo. En una hora ya me siento mucho mejor: las endorfinas se producen como respuesta al dolor y la paga es el placer 🙂 Tambièn existen antidepresivos ligeros que más que otra cosa ayudan a la persona a sentirse segura de sí misma de nuevo. El caso grave es la depresión mayor, cuando el balance entre los centros cerebrales de las emociones positivas y las de negativas se quiebra. El afectado se encuentra en el estado depresivo permanentemente.

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Este estado no es estable y tiende a agravarse, por lo tanto, existe un gran riesgo del suicidio. En la mayoría de estos casos los antidepresivos son obligatorios. Veremos cómo surgen estas patologías relacionadas con la serotonina y por qué es recomendable (o indispensable!!!) acudir a un especialista de salud mental. No va a ser muy simple, pero, acaso, la depresión es algo simple? La actividad cerebral está organizada de la manera que existe una competencia permanente entre los centros de las emociones positivas y los de las negativas.

En norma, hablamos del balance que permite evitar los estados extremos: eufóricos y depresivos. No es bueno ser constantemente eufórico como un foxterrier, y tampoco estar pensando en su velorio. Para una persona sana su velorio es la preocupación de los demás. La dopamina y la noradrenalina (de esta última hablaremos en detalle en otra oportunidad y sobre la dopamina pueden leer aquí y, para ver cómo podemos manipular hasta cierto grado la producción de la dopamina por el cerebro, aquí ), dos neurotransmisores muy importantes, se encargan de intensificar la actividad de los centros de las emociones positivas, y la serotonina, nuestra reina de hoy, trabaja para suprimir los centros de las emociones negativas, también muy importantes para nuestra existencia. Estos centros se encuentran en el hipotálamo y se conectan con la amígdala cerebral, donde se esconden nuestras potenciales de miedo y agresión.

Si analizamos la neuroquímica de la serotonina, veremos, como ya se mencionó en la primera parte, una buena cantidad de diferentes receptores para ella: 7 tipos y un montón de subtipos que estàn presentes en diferentes clases de neuronas (para refrescar su conocimiento sobre la comunicación neuronal, puede dar un vistazo a este texto ). La mayoría de los receptores de serotonina son inhibitorias, pero también hay los excitatorios. Para hacerlo más complejo aún en las sinapsis existen unas construcciones especiales que controlan la acción inhibitoria de la serotonina para no sobrepasar los límites funcionales. Sé que suena complicado, pero lo es complicado. Cualquier alteración de este esquema conduce a la depresión.  Pero son muchas las posibilidades y los efectos de cada alteración varían, por lo tanto, podemos entender qué tan difícil es crear los antidepresivos y luego, elegir el adecuado para un caso particular entre todas las versiones de los fármacos existentes que actúan sobre diferentes componentes de las sinapsis de serotonina.

MECANISMO DE ACCIÓN

La serotonina como cualquier neurotransmisor pasa a la hendidura sináptica  y actúa sobre los receptores de la siguiente neurona. Luego de transportar la señal,  entra en acción el mecanismo de desactivación de la serotonina — existen unas proteínas especiales que la regresan al espacio presináptico para que su acción termina. La inactivación se realiza en dos etapas: primero las proteínas- evacuadoras jalan la serotonina de nuevo al espacio presináptico, y luego o la cargan de nuevo a la visicula neuronal, o la eliminan si sus cantidades son excesivos. Para la eliminación existe el fermento monoaminooxidasa que destruye el exceso de la serotonina. Si queremos aumentar la actividad de la sinapsis de serotonina, tenemos dos escenarios: o impedimos que las evacuadoras agarren la serotonina ( son justamente los  inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) o intervinimos en el trabajo de la monoaminooxidasa (son inhibidores de monoaminooxidasa ).  Ambos tipos de antidepresivos se usan actualmente, pero los segundos son más potentes entre los cuales existen algunos cuya acción simplemente aniquila la monoaminooxidasa  y la recuperación se realiza luego de varios días: eso significa que una pastilla ayuda a mantenerse bien por una semana.

Se considera que los  inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son más recomendables para la depresión leve a moderada, y se usan por tiempos prolongados cambiando el estado del afectado de manera gradual y progresiva. El papel del médico es controlar las reacciones y cambiar el fármaco de inmediato si los resultados son adversos.

Pienso que no debemos “aguantar” la depresión como no lo hacemos con otro tipo de dolores (para los que nunca sufrieron esta enfermedad, la depresión es muy dolorosa literalmente, el afectado siente que duele su “alma” es decir, es un dolor generalizado que se ubica normalmente en el pecho y estómago. Asi que si uno siente que está sumergiéndose en las emociones negativas sin ninguna causa observada, debe ir al especialista, porque no es un problema de persona y sus relaciones con el mundo exterior, es el problema de sus sinapsis y es necesario ayudar al cerebro salir de estos enredos metabólicos.

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