Es la moral un invento del Homo sapiens en la plenitud de su humanidad o sus raíces nos llevan a la selva prehistórica desaparecida hace millones de años? Es cultural o universal? Es opcional o inevitable?
No somos primeros ni últimos quienes hacen estas preguntas, así que podemos aproximarnos a las respuestas.

Los primatólogos tales como Frans de Vaal y Robert Sapolsky indican que en los primates modernos sociales (!!! es importante, porque las especies que no viven en grupos, carecen de esta capacidad) se observa el sentido intuitivo de la justicia. Los chimpancés y los babuinos están naturalmente atentos al grooming realizado en el grupo y, aparentemente, tienen los mecanismos internos para evaluar la aportación de sus compañeros, comparar y sacar conclusiones para actuar, pueden distinguir cuando alguien está maltratado sin razón y son capaces de expresar la compasión.

Por otro lado, entre los chimpancés existe la venganza que se realiza como la respuesta a las acciones calificadas como incorrectas que implica que existe un patrón aceptado de las acciones correctas. Evolutivamente hemos tomado caminos diferentes con los chimpancés hace 6 millones de años, así que podemos afirmar que hace 6 millones de años, nuestros antepasados gregarios ya entendían la diferencia entre justo e injusto y eran capaces de intervenir en el comportamiento de los demás para nivelar la situación y hacerla justa.
Pero cuando hablamos de la moral en el sentido actual, más vemos la polarización entre malo -bueno, decente-indecente, honesto-deshonesto, correcto-incorrecto, limpio-sucio. Y éstos ya son categorías culturales.
Y sí, la moral es la creación estrictamente cultural, aunque tiene bases en la biología de nuestra especie social. Nuestras normas morales universales tienen las raíces en las comunidades primitivas de cazadores nómadas, que vivían en grupos pequeños, donde la selección familiar y el altruismo recíproco guiaban y dirigían la justicia social. Es la prosocialidad natural y simple, que no necesita estructuras multidimensionales complejas para tener éxito.

Eran los tiempos de los dioses que no moralizaron y se encargaban de buenos resultados de la cacería, de salvarnos de los enemigos, felinos, humanos, o invisibles — los que nos mandan las enfermedades, de ganar los enfrentamientos con vecinos o controlar el clima.

Cuando las condiciones permitieron el aumento de los grupos, empezamos a interactuar con los ajenos y crear a los dioses responsables por la moral que podrían castigar por tratar mal a los demás.
La moral depende del contexto dado, hay un sinfín de las situaciones en las cuales la valoración del comportamiento puede variar incluso dentro de la misma cultura. Un contexto muy especial es cuando uno debe decidir sobre sí mismo. Muchos de nosotros pensamos categóricamente que algo es inaceptable. Pero cuando nos toca, de pronto actuamos exactamente en esta forma inaceptable. Casi siempre juzgamos a los demás más severamente que a nosotros mismos en la misma situación. Por què? Es la hipocresía imperialista, como dice un amigo mio, filósofo y marxista? (saludos, Daniel, si tuviste tiempo a leerme 🙂 ) Lo que pasa es que para evaluar las acciones morales negativas de nosotros mismos y de los demás, se usan diferentes áreas de la corteza pre-frontal y por eso adquirimos diferentes resultados.

Diríamos que somos más comprensibles con nuestros actos porque las emociones involucradas son distintas: las debilidades de los demás nos causan la indignación y cólera, mientras que sus logros provocan envidia o ganas de competir. Nuestros propios logros nos hacen sentir el triunfo, pero los errores y fallas, despiertan la vergüenza o culpa. Además, casi siempre al cometer el error o actuar mal nos encontramos bajo un fuerte estrés cuando los glucocorticoides desconectan la parte racional y las emociones siempre tomarán el lado de nosotros mismos. Y por último, juzgamos a los demás viendo sus acciones, mientras que a nosotros mismos, en base de las intenciones internas. Sabemos muy bien por qué y cómo podemos justificar lo que hicimos.
Bueno, nuestros juicios y decisiones morales pueden variar dependiendo de varios factores, tales como la presencia o ausencia de las hormonas de estrés, de qué tan lejos está el escenario, de la relación que tenemos con los sujetos y objetos del suceso, del rol social que desempeñamos en el momento de formular los juicios, de nuestro estado físico en este momento ( el hambre o la sed alejan la objetividad más aún). Estas condiciones personales varían dentro del modelo de la organización social determinada. En la primera parte vimos que las culturas colectivistas y las individualistas tienen diferentes perspectivas hacia lo bueno y malo. Solamente para facilitar la narrativa usaré en adelante estas dos palabras como universalidades de la polarización de los conceptos en los asuntos de la moral. Por su puesto existen criterios morales compartidos por todos, se aplica al robo, ante todo, condicionado según las circunstancias. Con los asesinatos es más complicado, pero si existen puntos comunes. Y también, al menos en las culturas de la civilización actual globalizada, ciertas prácticas sexuales. Pero la regla de oro, como dice Robert Sapolsky, es no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti, o, la segunda versión de lo mismo matizada socialmente: trata a los demás como quieres que te traten a ti. El resultado del incumplimiento de las normas morales, como ya se mencionó en la primera parte, es la vergüenza, o la culpa. La vergüenza es el resultado de la evaluación, si se puede decir así, de tus acciones de parte del grupo. La culpa es el resultado de tu evaluación interna. Aparentemente, el segundo modelo es más progresivo, sin embargo, el análisis más profundo nos llevará a la conclusión que cada modelo corresponde a la realidad social y no puede ser comparado en términos del progreso cognitivo. La moral es la parte de la cosmovisión del pueblo y éste sólo puede funcionar dentro del modelo en el cual se formó. No podemos ver cosas que no nos enseñaron ver. Es la regla que se aplica en todos los escenarios sociales.
Aunque esta división es condicional y los efectos de vergüenza y culpa podemos encontrar en ambos modelos, en especial ahora con la accesibilidad de información y la globalización general. Greene en si considera que la explicación de los conflictos entre los grupos, por ejemplo, étnicos, puede ser reducida a la lucha por probar que sus normas morales son más correctas que de otros. Es allá donde podemos ver la característica de la moral universal para todo tipo de sociedades: los portadores de la moral sin excepción consideran que sus normas morales son las más impecables. Y, por su puesto, tarde o temprano, querrán imponer estas reglas a otros. Puede ser la razón, o el pretexto, pero termina en guerras. Estamos aprendiendo a respetar las normas de las demás culturas, pero en práctica no es nada fácil. Un ejemplo, en Perú poco a poco se toma la conciencia respecto la protección de los animales, mascotas ante todo, se busca educar la población de tratar bien a los animales, denunciar el maltrato, etc, etc. A tres horas de la capital, en la ciudad Chincha la gente come gatos. Los matan, y los comen. Ahora dígame a mi si una persona educada para proteger y cuidar a las mascotas, no querrá luchar por cambiar las normas de este pueblo. Y a la vez, queremos que cada pueblo tenga la libertad de vivir sus costumbres. Pero la moral, como ya hemos visto, es la parte de cultura y la refleja, por lo tanto, si aceptamos el derecho de la libertad cultural, tengamos que aceptar todo el paquete.

Si los musulmanes vienen a París y se respeta su derecho a seguir viviendo de acuerdo con sus costumbres, se tendrá que aceptar las matanzas de los corderos en las plazas, mujeres vestidas en carpas antilluvias y la circuncisión femenina.
Greene, Moral Tribes.Moral Tribes: Emotion, Reason, and the Gap Between Us and Them
M. Shermer, The Science of Good and Evil R.
Shweder et al., “The ‘Big Three’ of Morality and the ‘Big Three’ Explanations of Suffering”
Fascinante, Alona, es una controversia que, al menos a mí, me ha intrigado y procuro documentarme, y más ahora que los has puesto en relieve desde la neurociencia, decide el cerebro, qué es esto cuenta como alma? Y me parece que la filosofía continúa dando la mejor respuesta: La ética es racional, objetiva, universal y válida para todos, en tanto la moral es subjetiva, a veces emocional, singular y relativa. Brillante como siempre. Abrazo desde Villahermosa
Me gustaLe gusta a 1 persona
gracias, Alejandro, la segunda parte no me salió exactamente como quería, porque el formato de la publicación no me permite detallar los ejemplos, y es una pena, porque los experimentos demuestran qué tan relativa y frágil es la base moral cuando de biología se trata. La moral es un conjunto de reglas de convivencia, no más que esto, pero la ética busca explicar y fundamentar la moral. así como la moral es la característica de la sociedad determinada, podemos decir que los principio y conceptos éticos también varían de acuerdo con el contexto. gracias por leer y por la apreciación. vamos por más. una abrazo desde Lima. por aquí ya empieza el otoño de verdad. falta poco para el invierno que dura una eternidad.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Alona….se puede desde mi conducta cambiar el sentimiento de culpa?? Como le puedo decir a mi cerebro q ya no me aporta nada esta emoción? ? Soy re culposa…estoy dejandolo….gracias!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
yo soy práctica, cuando tuve la depresión, me fui al especialista y pude solucionar. en caso del sentimento de culpa, un buen pscicologo es la solución. es muy dificil solucionar este tipo de problemas por su cuenta. se recomienda evaluar la experiencia con el psicologo: si en un par de semanas no hay alivio, mejor buscar a otro. te mando muchos cariños y mis grandes deseos que esto cambie y te sientes más libre. la culpa no es sana para nuestra psiquis, hay que liberarnos de ésta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Este tema me resulta tan interesante!!! La idea que comentas sobre el juicio que hacemos de nuestras faltas o elecciones, respecto a las de otros y la influencia de lo emocional en el procesamiento de la información y la toma de decisiones que hacemos en estas cuestiones me ha resultado muy interesante.
Coincido en la importancia del aprendizaje, sea este social, como comentas, en cuanto a valores culturales, o familiar, en forma de cosmovisión familiar («lo que somos nosotros vs. Lo que son los otros»). Es totalmente cierto que no podemos creer nada que no nos hayan enseñado a creer, y extendería esta premisa hasta la creencia más básica sobre nosotros y sobre el mundo ¡Super interesante este artículo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
sí, Charlotte, a mi tambièn me parece muy sensata la posión de duda; básicamente, la ciencia se desarrolla justamente porque n o acepta dogmas en todos ,los sentidos. Cuando por primera ver tuve el curso de epistemología, me era muy extraño aprender que el conocimiento puede considerarse cientifico si en potencial puede ser objetado. gracias por su interesante comentario!!! que tenga un super fin de semana. gran abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona